martes, 10 de febrero de 2015

Tu llegada a mí...


Llegaste, me miraste
permaneciste y me amaste.
Cada día con tu sonrisa
aparecía un nuevo sol en mi ventana.
Tus ojos azules infinitos
traían un pedacito de cielo a mi estancia.
Tus caricias en mi cuerpo
como mares me aterciopelaban.
El eco de tu voz
llenaba los rincones de mi casa.
Todo espacio vibraba
entre nuestros súspiros y palabras.
Reposaba mi cabeza en tu hombro de ancha espalda,
mientras recorrías con tus dedos
mi melena alborotada.
Cruce de miradas que nos bastaban,
para hablarnos en silencio
bajo la bella luz del alba.



Se apagó la luz ya hace algún tiempo.
Ya los pajarillos no cantan en la mañana.
El sol se oculta tras nubes grisaceas,
privandome de su infinita gracia.
Llueve a mi alrededor y en mi ventana,
donde antes de tu lado contemplaba atolondrada.
Ya no vibra mi regazo con susurros ni palabras.
Mi lecho quedó vacío con tu marcha inesperada.
El camino que juntos recorrimos se tiño de luto,
entre abedules y cipreses que nos marcan el rumbo.

A mi Caballero Tuyo (11/12/2010) 



jueves, 4 de diciembre de 2014

Cuatro largos años de soledad...



 





Te anhelo tanto alma mía.
Otro año más que ha pasado entre días once,
que yo borrar he intentado.
Cuatro largas esperas
de 365 días y noches en las que te he estado esperando.

Se acerca la fecha y al verme incapaz de soportarlo,
te dejo estas letras diciendo lo que te extraño.
Cuando llegue la hora no podré expresarte,
los sentimientos que me embargan 
pues las lágrimas bañaran la soledad y tristeza
que con los años aniquilan mi esperanza.




Esa de volver a tenerte a mi lado.
Tan solo se suman los espacios vacíos
que dejaste a mi como regalo
de esa despedida que ninguno esperabamos.



Mi vida sigue, alma mía,
aún sin tenerte a mi lado,
mientras mi corazón sangra
al nombrarte con mis labios. 




Me duele que no estés para recibirme Que no haya nadie esperándome Me duele que la vida siga, como si todo fuera fácil Como si no te hubieras ido
Me dueles, como no tienes idea
Con un dolor más fuerte que mis ganas Un dolor con todas sus letras  Con un dolor de muerte.
Desde aquí te seguiré esperando,
entre letras y lluvias de mis ojos,
que caen incontroladas,
mientras te relato estos momentos,
de soledades, amores y penas.
Todo lo que dejaste con tu marcha
a esta que aquí te habla.



Te quise, te quiero, te querre...Mi Caballero Tuyo (11/12/2010)


jueves, 2 de octubre de 2014

LA REALIDAD DE LOS PRINCIPES AZULES.


 



Como si de un cuento se tratará, debería comenzar con el clásico de “Erase una

vez....”, pero en este que voy a narrar, quizá ese “Erase una vez...” combine mejor

que en muchos de otros casos, pues fue así tal cual y dejó de serlo de la misma

manera que comenzó. Hablando en pasado y no en el presente o inmediato futuro.

Ya me cuesta establecerme en los recuerdos, sino fuera por lo que en mi vida marcó.

A lo que me llevó a vivir y a lo que con los años, me he aferrado como algo mío. De

mi propiedad, y que ahora os voy a contar.

Como actualmente suele pasar, pues es el medio más empleado, merodeando un día

por internet dentro de mi cuenta de face, alguien me saludo con mucho empeño.

Su perfil era serio y resultaba muy interesante. Lo ojeé como si tal cosa, después de

haber recibido y leído su mensaje privado. Eso es algo irremediable y que considero,

hacemos todos en estos casos. Se llamaba Caballero Tuyo. Su foto de la cual os haré

participes, era un Caballero medieval con su estandarte y brillante armadura. No sé si

el destino quiso que las cosas pasarán o debían pasar por algún motivo, pero le acepté

y ahí comenzó ese amor que tiempo atrás había perdido y ya no esperaba encontrar.

Quiero pensar que fue todo eso, lo que nos unió, pues siendo que decenas de personas

me mandan solicitud, como me imagino que a todos vosotros, o se comunican por

mensaje, nunca doy pie a conversación o amistades.

Con él todo se alió en ese destino, que me hizo responder y dejar que todo fluyera

con naturalidad y parsimonia. Al principio los mensajes eran más bien limitados y

concretos. Un previo conocimiento del otro, aunque debo reconocer, que era mi

mayor satisfacción, abrir mi ordenador, introducirme en las redes y ver su mensaje.

Era como algo necesario para mí, y lo esperaba con impaciencia. Incluso diría que si

no lo hallaba, me sentía molesta. Aunque no fue el caso, pues quizá en todo el tiempo

que la relación se llevo por estas vías, un único día, me fallo en mi despertar. De estos

pasos él fue yendo a más cada día. Amanecía, me conectaba y ahí tenía puesta una

flor. Cada día una diferente, deseándome un feliz día o tan solo, diciéndome un hola.

Mi rostro sé que cambiaba al contemplar esto. Una sonrisa infantil se dibujaba en mi

rostro y como un gusanillo en mi interior, unas cosquillas extrañas me hacían sentir

muy feliz, muy completa, muy llena. Llena de él y su presencia.

El saber que el pensaba en mí en cada uno de sus amaneceres, me hacía sentir

orgullosa e ilusionada.

A medida que pasaba el tiempo, las conversaciones eran mas continuas y

prolongadas. Ya nos conectábamos por otros medios, como messenger, o por

teléfono. Nos empezamos a mandar mensajes, me llamaba y pasaban horas, en las

que ahora al día de hoy, no sé muy bien de que hablaríamos durante tanto

tiempo.......Parece casi inverosímil, tener tanto que decir a alguien con el que hablas a

diario, pero así era. Quizá en tantos ratos, tuvimos momentos de ángel, de esos que

se dice que se tienen, cuando dos personas callan sin saber porqué y se hace dicho

comentario. No lo sé y ya no lo sabré.

Los días iban transcurriendo, y lo que de una manera absurda se creo, fue tomando

diferentes carismas. Ya era un deseo mutuo el que nos envolvía en cada mensaje, en

cada contacto telefónico.

Nuestros cuerpos ya pedían mucho más que palabras. Necesitaban hechos, y así

sucedió. Decidió dar el paso y venir a mi casa a conocerme en carne y hueso.

Me dio ese arrebato de marujeo que a todos nos da, ante una visita, y más siendo tan

deseada y esperada. Limpié hasta lugares que desconocía de mi casa....Preparé una

rica comida y planeé esa tarde.

El venía desde Barcelona a Zaragoza para verme y yo esperando en el andén, volaba

junto a mi imaginación, a como sería ese primer encuentro.

Él desde su salida, por mensaje iba colocándome en cada paisaje que recorría. Cada

paso que daba y cada rincón que veía. Su último envío fue entrando ya en la estación,

y ya en ese momento mi corazón se salió de mi cuerpo.

Ya no eran nervios, ni deseo....Era desesperación. Pero todo eso se alejo, cuando entre

la gente, le vi lentamente acercándose a mí.

Lo veía subiendo por las escaleras, ya casi llegando a mi lado y mis impulsos

superaron a mi raciocinio. Sin pensármelo ni un segundo, me tiré a sus brazos

buscando esa boca, que tanto y tanto había soñado, sellando la mía.

Tenía los labios calientes, casi hervían y su entrega al igual que la mía, fue tal, que en

ese mismo momento ambos supimos que duraría para siempre jamás, aunque la ironía

de la vida y sus peculiares azares, hicieran que ese “jamás” llegará demasiado

temprano, sorprendiéndonos casi como a aprendices de la vida, aún teniendo ambos

una edad ya bien reconocida y una vida bastante ya vivida.

El transcurso del resto del día fue perfecto y maravilloso. Conversaciones

interminables, más besos y caricias, nos iban llevando a esa situación que reinaba en

el ambiente, pero a la que ninguno, daba ese primer paso. No sé muy bien el porqué.

Si serían los nervios, la propia excitación, ese tanto deseo reprimido, pero que había

que romper de la mejor manera. Y porque no yo. Él había dado el paso de venir y yo

lo daría ahora, porque lo deseaba más que a nada en este mundo. Porqué necesitaba

alimentarme de su boca y respirar el aliento que exhalaba.

Tímidamente mi cuerpo se iba acercando más al suyo. Ya no nos separaba ni la fina

linea de un suspiro de aire. Le cogí su cara morena, con esos ojos azules, color de su

mar mediterráneo y lo besé, con toda la pasión de alguien que si no lo hace, morirá en

ese momento. La vida se me iba en ello, y quería que fuera él quien la recogiera.

Cuerpos pegados, caricias desesperadas, olores llenando la habitación, y todo

inundado de amor, se transformó en pasión, lujuria desbordada. Incontrolada. Manos

que buscan impacientes, encontrando todo aquello que buscan. Cuerpos desnudos

rellenos de fulgor, de capacidad de dar y recibir, de busca y otorgar. Sudor

recorriendo las pieles, mientras las caricias llegan a recorrer los abismos del infierno.

Sí. Un infierno emocional, donde deseas permanecer siempre, pero juntos.

Este amor siguió durante un cierto tiempo. Íbamos y veníamos mientras crecía y se

hacía poderoso, fuerte y afianzado.

Cada encuentro era mejor al anterior y un día sin más me dijo la palabra prohibida

para él. TE AMO. La dijo. Sí. Claro que la dijo. Le daba miedo y pavor pronunciarla,

aun cuando la demostraba a cada segundo, pero era reacio a decirla. Pero lo hizo y le

ame aún más si pudiera ser.

Nada ni nadie iba a romper, lo que con tanto empeño, paciencia y amor, habíamos

construido. Aunque la realidad fue otra. Muy diferente a la esperada.

Él en unos pocos meses iba a jubilarse aún siendo joven, pues en su trabajo la

jubilación es anterior a la normal. Era bombero.

En nada lo tanto deseado por ambos se haría realidad. Vivir juntos en cuanto fuera

efectiva y pudiera trasladarse él, o bien yo. Aún ese punto no lo habíamos planteado.

Quedaba tiempo o eso pensábamos.

Una noche de Diciembre, una noche con número nueve de un diciembre de un año en

curso 2010, como cada noche su llamada, me puso en aviso de que estaba

hospitalizado por un problema sin importancia. Que no fuera, pues estaba bien

atendido y al día siguiente si todo iba bien, le darían el alta.

Yo, obedecí, aunque aún al día de hoy, maldigo ese acatar. Esperé en casa en

insomnio, esperando su llamada tranquilizadora. Cuando sonó el teléfono y le oí,

todos mis músculos se relajaron por fin. Todo estaba bien y le daban el alta al día

siguiente, pero ese día no llegó. Ni llegará, pues la noche se lo quiso llevar sin

explicaciones, dejándome abandonada, sola, hundida, sin capacidad de amar...Aun al

día de hoy todo sigue igual. Sigue siendo mi amor apasionado, al que dedicó gran

parte de mis escritos, que basándose en mis sentimientos, me dejan abrir mi corazón

libremente, y seguir soñando con príncipes azules, que algunas veces

existen.....Gracias a todos y espero os haya gustado mi experiencia...

Para mi Caballero Tuyo.......... ©MdE Piqueras®



miércoles, 10 de septiembre de 2014

ESOS SUEÑOS MIOS........





Hoy, como siempre cuando se aproximan estas fechas,
he soñado contigo, mi amor.
He imaginado que estabas a mi lado de nuevo,
que te tenía junto a mí.
He visto tus ojos clavados en los mios,
interrogantes y melancólicos.
Suplicantes de contestación,
aunque sin respuesta por mi parte.
No quiero que ellos noten,
cuantas lágrimas han derramado por tí.
He sentido tu boca aproximandose a la mía,
mientras esta llena de jubilo
se entreabría para darte cobijo en ella.
He notado la suave brisa de tu aliento,
mientras susurrabas en mi oido
palabras de consuelo y alivio.
He intuido tus manos sobre las mías
posadas en descanso y abrigo.
He olido tu aroma a jazmines y tomillo,
el que tanto me llenaba
cuando te tenía conmigo.
Pero solo ha sido un sueño, amor mío,
pues otros en el infinito,
son los que disfrutan ahora,
de lo que yo ya he vivido.......
( Te quise, te quiero y siempre te querré Caballero Tuyo ) 



lunes, 4 de agosto de 2014

TU MARCHA........


Cuando te fuiste de mi lado dejandome sola
la vida dejo de tener sentido para mí.
Nunca amanecía en mi mundo
y la noche se adueño de mis días.
El sol no brillaba a mi alrededor
y las estrellas entristecidas 
no iluminaban mis noches.


Pero el tiempo que es sabio
y que todo lo cura, como bien dicen las gentes,
va sanando poco a poco ese malestar.
El sol brilla algunos días
y las noches, querido mio
me brindan la intimidad que tu me dabas.
Me muestran tu camino
y en mis sueños me abandono
con la esperanza de hallarte en ellos.


Ando un poco perdida todavia
pero todo pasara con lentitud.
Pasos cortos pero seguros
que daré mirando al frente
con la sola idea de saber
que volveremos a estar juntos.


Te quise, te quiero y te querré......
A mi Caballero Tuyo.
 

martes, 10 de junio de 2014

Suma y sigue......


Intenté seguirte en tu camino.
Este no era sencillo
y nadie me ayudaba.
Yo deseaba hacerlo,
pero algo interior me decía,
que aún era demasiado pronto para mí.




Nunca entenderé porque es asi.
Pronto para mí.
¿Quizá no lo era para Tí?.
¿No era demasiado temprano para Tí?.
Quien decide eso.
Que venga y me lo diga.
Me lo explique,
pues yo dentro de mi ignorancia,
no hallo las respuestas,
y las que me llegan,
para nada sacian mis dudas.
Para nada cubren mis espacios vacios.
Mi querer y no poder entender.


 

Si tan solo pudiera
oirte decirme, un te amo más.
Recibir de tu rostro
una hermosa sonrisa más.
Una razón para todo y por todo.
Si te fuiste sintiendote 
querido por los tuyos
y amado por mí.
Tan solo una señal,
que le de sentido a todo.



Para mi Caballero tuyo 11/12/2010